Quantcast
Channel: Planet Rodriguez
Viewing all 219 articles
Browse latest View live

Bajo la misma estrella (The Fault in Our Stars)

$
0
0
Año: 2014.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 126 minutos.
Dirección: Josh Boone.
Intérpretes: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Nat Wolff, Laura Dern Sam Trammell, Willem Dafoe, Lotte Verbeek, David Whalen, Milica, Govich.


"A pesar del milagro médico que ha hecho que su tumor se reduzca y que le ha comprado algunos años más de vida, Hazel nunca ha sido otra cosa más que una paciente terminal. Pero cuando un maravilloso giro inesperado llamado Augustus Waters aparece repentinamente en el Grupo de Apoyo a Niños con Cáncer, su historia está a punto de ser reescrita completamente."

Tenía mucho miedo de que The Fault in Our Stars fuese golpe tras golpe emotivo, de esas películas al estilo My Sister's Keeper que no te dejan respirar del llanto de tan melodramáticas y prefrabricadas que resultan ser. El director Josh Boone debería haberme dejado tranquilo, porque su anterior proeza fílmica -Stuck in Love que se estrenó a fines de año en salas argentinas- tenía personajes bien delineados y un tratamiento romanticón ideal. Una vez terminada la función, y sin haber leído el libro en el que se basa, puedo admitir que The Fault in Our Stars es una deliciosa combinación entre personajes definidos y con personalidad de sobra, y una historia que no se sostiene en los golpes bajos constantes.

Desde el monólogo inicial de presentación de Hazel podemos ver que no estamos frente a otra comedia melodramática. Sí, tiene una banda de sonido que hila un tema pop tras otro y sí, en una historia con protagonistas con diferentes tipos de cáncer no van a escasear los momentos lacrimógenos, pero el tratamiento de la trama en general elige construir a sus personajes, darles dimensión, antes de hacerlos transitar por arduos caminos de autodescubrimiento, duras verdades y el más puro romance. De no ser por el guión de expertos en el tema como Scott Neustadter y Michael H. Weber -la dupla de 500 Days of Summer y la soberbia The Spectacular Now- Hazel y Augustus serían dos jóvenes con el tiempo contado, quejándose de la vida y sin generar una chispa de empatía con el espectador.

Ejemplos tan simples como el cigarrillo en la boca de Gus sería un detalle demasiado hipster y rebuscado, pero en las manos de los guionistas y del director, estos pequeños juegos adquieren un sentido específico, y los personajes de papel y tinta cobran vida en la piel de una pareja tan llena de química como lo son Shailene Woodley y la estrella en ascenso de Ansel Elgort. Ambos compartieron escenas como hermanos en Divergent y en esta ocasión les toca acercarse aún más y entregar sus propios miedos y esperanzas el uno al otro, en una combinación de química casi explosiva, que irradia ternura y candor durante toda la película. Shailene nació para hacer papeles de chica común y corriente y en verdad vende esa fragilidad escondida por un panel de picardía con creces, pero Ansel es la verdadera revelación, con una facilidad increíble para comprar al espectador desde el momento inicial.

No puedo dejar de mencionar a Nat Wolff como el amigo casi ciego de la pareja, actor fetiche del director a estas alturas, y a la dupla parental de Laura Dern y Sam Tramell como los padres de ella, que si bien son secundarios de peso, nunca opacan a la pareja protagónica ni tampoco se terminan mimetizando con el empapelado.

No quería que me gustase The Fault in Our Stars. La histeria colectiva que generaba el libro y la parva de adolescentes hormonadas que me quitaban el libro de las manos mientras lo hojeaba en la Feria del Libro me generaba un rechazo insostenible. El trailer me daba risa. Pero me encanta cuando el cine me sorprende y me hace girar el timón de mis prejuicios, y por eso le agradezco a Josh Boone, por hacerme caer de nuevo en las redes de sus historias, y también por demostrar que en un argumento donde el cáncer parece ser el eje, simplemente sea una excusa para retratar el primer amor de dos personas únicas. Un aplauso Boone, tu próxima adaptación de The Stand del tío Stephen va a ser esperada con ansias.

 Calificación: B+



Jersey Boys: Persiguiendo la música

$
0
0
Año: 2014.
Género: Biografía - Drama - Musical.
País: Estados Unidos.
Duración: 134 minutos.
Dirección: Clint Eastwood.
Intérpretes: John Lloyd Young, Vincent Piazza, Erich Bergen, Michael Lomenda, Christopher Walken, Renée Marino, Mike Doyle, Donnie Kehr, Freya Tingley.

"La misma se centra en Frankie Valli y The Four Seasons -él, Bob Gaudio, Tommy DeVito y Nick Massi- y narrará el meteórico relato de cómo un grupo de muchachos de clase obrera del lado equivocado de las vías se convirtió en una de las sensaciones de la música pop norteamericana de todos los tiempos."

Debido a que nací con el último grito de los años '80, no puedo decir que el estreno de Jersey Boys me llegue con fuerza nostálgica, ni tampoco que estoy familiarizado con la obra de teatro en la que se basa el film -de la cual los guionistas adaptaron su propio trabajo-. Pero Clint Eastwood es Clint delante y detrás de las cámaras, y si bien esta biopic parece más una película familiar que él se hizo para sí mismo, tiene los suficientes condimentos como para entretener y mostrar un amable detrás de escenas de la creación del cuarteto musical The Four Seasons.

Los sueños de grandeza usualmente nacen en los lugares más inesperados, y en la mayoría de estos casos es una historia de pobres a ricos. Es así como conocemos a Frankie, un querido ayudante de barbero con una voz de tono angelical, sobreviviendo en un barrio de Jersey en los años '50. Su mejor amigo, el -no tan- pícaro Tommy DeVito, tiene un trío con su hermano y un amigo, el podio ideal para que Frankie haga valer su voz y lograr su sueño de poder cantar. Y así, los mejores amigos emprenderán un viaje hacia el estrellato, donde más personajes se irán uniendo para ir escalando la cima del éxito, coronándose como reyes de la melodía. Como biopic, Jersey Boys funciona porque da a conocer desde un costado íntimo la creación del mito y el cómo llegaron a ser tan importantes. La lujuria que trae aparejada la fama hará mella tarde o temprano, y con ella los problemas económicos y la siempre presente pelea de egos, la gran guadaña que destruye grupos.

El problema del film llega en la manera que está contada la historia. Para durar más de dos horas, el tiempo le basta para presentar a los personajes y nunca aburrir, pero el acercamiento a la trama se nota en la edición apresurada, en la acumulación de escenas y en la sucesión de información, que llega en baldes, que no abruma pero termina afectando al relato en general cuando ciertos detalles son contados llegados a cierto punto de conflicto. No es un flashback, es mas bien una remembranza, pero genera estupor el no haber sabido manejar de una manera más sutil la introducción de un tópico tan importante. Es curioso más bien, pero no deja de generar impacto, además de otros problemas, como la incipiente crisis familiar en el seno de Frankie, su esposa y sus hijas, que aparecen de la nada sin ninguna referencia anterior. El hecho de que todos los integrantes del cuarteto en algún momento rompan la cuarta pared para dirigirse a la platea contando su parte de los hechos -amén de Tommy, que se encarga de encauzar la trama por nosotros- es una arista interesante, pero que puede causar confusión.

Si algo no podía salir mal, era la construcción de los éxitos de los Four Seasons, y la elección del elenco es principal a la hora de transmitir esa voz tan particular. John Lloyd Young interpretó a Valli en la versión teatral y verdaderamente es el alma de la película con una voz increíble, aunque su carisma no sea tan cautivador como el de su compañero Vincent Piazza, que le da varias vueltas con su patotero y envidioso Tommy. La totalidad del elenco es desconocida y eso ayuda a darle un toque de frescura especial, aunque se agradece la incursión de Christopher Walken como el jefe mafioso más benévolo de la historia del cine, en un papel secundario bastante particular y entretenido.

Clint cierra Jersey Boyscon una escena musical que transcurre a mitad de los créditos, y si bien es una divertida manera de cerrar su película, se agradece que todo el film no hubiese estado armada a través de escenas del estilo, aunque la vitalidad de dicha construcción es un amable manera de homenajear al cuarteto. En definitiva, una biografía musical que no pasará a la historia por su relevancia, pero que tiene un punto que demostrar, y lo lleva a buen puerto.

 Calificación: B-


Transcendence: Identidad virtual

$
0
0
Año: 2014.
Género: Ciencia Ficción.
País: Reino Unido - China - Estados Unidos.
Duración: 119 minutos.
Dirección: Wally Pfister.
Intérpretes: Johnny Depp, Rebecca Hall, Paul Bettany, Morgan Freeman, Cillian Murphy, Kate Mara, Cole Hauser, Clifton Collins Jr., Josh Stewart.


"El impulso de un científico por conquistar la inteligencia artificial toma un giro drástico cuando su consciencia es cargada en uno de esos programas."

 Hay algo muy preocupante en Transcendence y esa es la evidente falta de ganas que hubo al producir un vehículo de lucimiento para el debut como director de Wally Pfister, colaborador de Christopher Nolan y hasta ganador de un Oscar por su labor en fotografía en Inception. Con un equipo técnico al tope de su juego y una idea nada novedosa pero interesante, el film proponía un futuro distópico no muy distante, pero en verdad el resultado es una historia trillada y aburrida, que se deja caer una y otra vez al suelo y nunca levanta vuelo.

 Partiendo de un pálido guión que con su prólogo nos transporta a un mundo devastado por motivos que conoceremos en las tortuosas dos horas de película, la trama escrita por Jack Paglen -en su primer trabajo- no hace muchos esfuerzos porque el espectador se compre la idílica vida de los científicos Will y Evelyn Caster. Absolutamente faltos de carisma y chispa matrimonial para una pareja que lleva junta muchos años, preocupa el nivel de no-actuación de Johnny Depp abandonado a su suerte y engullido por un personaje que no es más que una extensión de su propia persona, totalmente carente de inspiración y, por demás, aburrido.

El otro extremo es una joven talentosa como Rebecca Hall que se cree demasiado su papel como abnegada esposa que hará lo imposible para mantener vivo a su esposo a toda costa, incluso cuando su relación parece más fraternal que otra cosa. Algo simplemente no encaja en la pareja, le falta alma, y para una película que tiene como uno de sus ejes principales el amor que se profesan un personaje al otro, es un error garrafal que se paga con creces.

 El peligro de los avances tecnológicos es el otro pilar fundamental de Transcendence, pero las causas y consecuencias del uso y abuso de dichos avances va perdiendo su tono moral conforme pasa el tiempo y los giros del guión se vayan acumulando. Llega un momento en el cual la credibilidad del espectador simplemente abandona la sala, donde la película entra al cenagoso terreno del cine clase B, hecho que Pfister nunca elige adoptar con los brazos abiertos.

El tono solemne con el que empieza y termina el film no le permite reírse de sí mismo cuando todavía hay tiempo de al menos salvar la experiencia cinematográfica. Ni la experiencia y presencia de Morgan Freeman, ni la solvencia de un buen secundario como Paul Bettany, hacen a la producción menos soporífera. Al menos en el campo técnico no se le puede reprochar nada a Pfister, porque su armatoste se deja ver, y la banda sonora de otro oscarizado, Mychael Danna, acompaña las imágenes y la acción con buen ritmo.

La expectativa por el debut de Wally era demasiado alta y es por eso que quizás duela demasiado ver el resultado en Transcendence, donde la historia y el guión debieron haber tenido un golpe de horno más fuerte, y en la que la idea resulta interesante -aunque recuerde demasiado a Terminator y otras similares- pero la ejecución es atroz. Johnny, anda buscando otro agente porque acá se acabó el amor por vos.

 Calificación: C-


Oculus

$
0
0
Año: 2013.
Género: Terror.
País: Estados Unidos.
Duración: 104 minutos.
Dirección: Mike Flanagan.
Intérpretes: Karen Gillan, Brenton Thwaites, Katee Sackhoff, Rory Cochrane, Annalise Basso, Garrett Ryan, James Lafferty.


"Años atrás un brutal asesinato dejó huérfanos a dos hermanos. En su momento, las autoridades encontraron culpable al hermano, pero la niña siempre aseguró que no había sido su hermano quién había matado a sus padres, si no un espejo maldito que tenían en la casa. Ahora, ya rehabilitado y en sus 20 años, el hermano está listo para empezar de nuevo. Pero la hermana no puede y no quiere olvidar que el espejo, fue el responsable de destrozar a su familia."

 Oculuses el segundo largometraje de Mike Flagagan, cuya primera incursión, Ausencia, se estrenó el año pasado en salas nativas. Con una moderada producción y más alma que sustancia, Flanagan le dio un trasfondo sobrenatural a la historia de dos hermanas, una de las cuales pierde a su esposo en una misteriosa desaparición. La misma problemática se suscita en esta ocasión, donde los hermanos Kaylie y Tim intentan resolver la brutal muerte de sus padres a manos de un espejo siniestro que atrajo el caos y la desesperación a su hogar.

 Esta vez armado con un cuantioso presupuesto y un par de caras conocidas - Karen Gillan de Doctor Who y la incombustible abonada al género Katee Sackhoff de Battlestar Galactica - Flanagan ofrece pocos sustos, pero bien medidos a lo largo de una historia que atrapa y que fuerza al espectador a prestar atención a todo lo que sucede en pantalla. Basada en un cortometraje de factura propia, el director aumenta las expectativas con una narrativa dual, que transita dos líneas temporales: la primera, en la actualidad, con los hermanos Russell ya crecidos y dispuestos a vengar a sus padres, y la secundaria, once años atrás, cuando la familia acaba de mudarse y los problemas comienzan a aparecer poco a poco.

 Mezclar dos tiempos suele terminar en caos absoluto, pero el guión de Flanagan y Jeff Howard se presta a saltar de un lado a otro, confundiendo pero de manera positiva, como si la maligna influencia del espejo trascendiese la pantalla. La edición ayuda mucho a este estado de confusión latente, con muchos cortes ágiles que no entrecortan la acción, sino que crea una simbiosis narrativa que comporta el mejor aspecto del film. La delgada línea entre la realidad y la fantasía se desdibuja a medida que corre el tiempo - y las alarmas de los relojes rechinan una tras otra - y lo que en principio parecía horror puro y duro se transforma en un estudio acerca de la culpa del sobreviviente, la toma de responsabilidades y la negación de los hechos, todo bajo un turbio manto de sombras y figuras siniestras.

Lo mejor que le sale a Oculuses no tomar a su espectador por idiota, y desde el guión se nota un buen trabajo por rellenar los huecos que el intercambio temporal genera, además de una consciencia elevada de parte de sus protagonistas, en especial Gillan, quien lleva adelante el experimento con pericia y astucia. Muchos pensarán que no sucede mucho durante los cien minutos de duración, pero para Flanagan el horror pasa por otro lado. Hay unos cuantos sustos imprevistos, alguna que otra escena sangrienta - la escena de la manzana es altamente perturbadora - pero el marco general de la historia es lo que realmente eleva a Oculus por sobre otras compañeras de género.

 Calificación: B


Transformers: La era de la extinción

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos - China.
Duración: 165 minutos.
Dirección: Michael Bay.
Intérpretes: Mark Walhberg, Stanley Tucci, Kelsey Grammer, Nicola Peltz, Jack Reynor, Titus Welliver, Sophia Myles, Li Bingbing, T.J. Miller, Thomas Lennon.


"Mientras la humanidad recoge los pedazos luego de la batalla de Chicago, los Autobots y los Decepticons se han evaporado de la faz de la Tierra. Sin embargo, un grupo de poderosos e ingeniosos hombres de negocios y científicos buscan aprender de las incursiones del pasado y traspasan los límites de la tecnología hasta un punto que no pueden controlar."

 Una vez terminadas las dos horas y cuarenta y cinco minutos que dura Transformers: Age of Extinctionme di cuenta que no tenía nada severo que objetarle a Michael Bay. Se podrá decir lo que quiera de la calidad narrativa de la película, y de toda la saga en verdad, pero siento que con T4, Bay entrega su momento más explosivo dentro de la línea de los alienígenas de metal.

 Lo que verdaderamente hay que hacer para disfrutar de esta cuarta batalla Autobot es apagar el cerebro y dejarse llevar por el climax extendido que resulta ser toda la propuesta. Y no es moco de pavo decir eso, ya que todo el tiempo uno se puede preguntar ¿Y cuando termina? que, fácil, a la película le faltará media hora para llegar a los créditos. Sí, hay una falta de edición preocupante dentro del método Bay, pero lejos T4 es la iteración de la saga que menos enfurece por sus decisiones de guión y caprichos del director.

 Ehren Kruger parece que aprendió de sus anteriores errores en las partes 2 y 3, y acá lima un poco las asperezas de lo que significa aportarle toques de comedia a un film de aventuras y no marinarse en el exceso. Hay muchas arbitrariedades en la historia, algún que otro cabo suelto, pero nada que termine molestando. No hay que pedirle tridimensionalidad Freudiana a sus personajes, ni grandes giros del guión, pero tampoco falta de respeto para con la platea - como el caso de la 2da parte - y en eso, Kruger satisface las demandas de un peliculón del estilo.

 La decisión de saltar cinco años en el tiempo y pegar borrón y cuenta nueva con un elenco renovado y más adulto con Mark Wahlberg al frente demuestra un atisbo de parte del director por querer cambiar las cosas. Por supuesto, estamos hablando de Michael Bay, mucho cambio no va a haber, así que van a haber explosiones por el sólo hecho de que las haya, persecuciones adrenalínicas, efectos especiales de última tecnología, y el usual fetichismo por seguir bien de cerca los cuartos traseros de la secundaria femenina, cuyo papel en este caso recae en Nicola Peltz, que no desentona con las anteriores féminas de turno y sale bien parada de la batalla que le espera a ella y a su familia, tan bien parada que el rímel nunca se le corre y el humectante labial siempre brillante en su boca.

 Por una vez, los humanos tienen algo de sentido dentro de la trama. El Gobierno quiere eliminar a todo extraterrestre que se le cruce en una racia gigante, y los villanos en Kelsey Grammer y Titus Welliver le hacen frente a la amenaza, mientras que Wahlberg y compañía encarnan al prototipo de familia americana que tanto le gusta mostrar a Bay, acompañados de un Stanley Tucci al cual ningún papel le sale mal.

El universo Bay está vivito y coleando en Transformers: Age of Extinction. No creo que a esta altura alguien entre a la sala esperando ver algo que no es, ni tampoco uno se puede ofender ni juzgarla al mismo nivel de una de Woody Allen. Por supuesto que saldría perdiendo si fuese el caso, pero con T4, Bay sigue demostrando que para romper todo sigue siendo el Rey, y encima le siguen dando plata para cumplirle el capricho. Por eso es que hoy le doy a Michael mis dos pulgares arriba, y celebro que siga rompiendo todo este año, y durante muchos años más.

 Calificación: A


El planeta de los simios: Confrontación (Dawn of the Planet of the Apes)

$
0
0
  Conocida también como 'El amanecer del planeta de los simios'

Año: 2014.
Género: Acción - Ciencia Ficción - Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 130 minutos.
Dirección: Matt Reeves.
Intérpretes: Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell, Kodi Smit-McPhee, Kirk Acevedo, Nick Thurston, Terry Notary, Karin Konoval, Judy Greer, Jon Eyez, Enrique Murciano.


"Una creciente nación  de simios genéticamente evolucionados, bajo el mando de César, se ve amenazada por un grupo de seres humanos que ha sobrevivido al devastador virus desatado diez años atrás. Alcanzan una frágil paz poco duradera, ya que ambos bandos son llevados al borde de una guerra que decidirá cuál será la especie dominante de la Tierra."

 Nadie esperaba absolutamente nada de Rise of the Planet of the Apes la precuela/reinicio de la saga simia a cargo de Rupert Wyatt en 2011. Quizás fuese por el abismal recibimiento de la reimaginación de Tim Burton en 2001, pero - y acá me incluyo en la manada - la verdad que no le veía la gracia a una historia de comienzos, pero Rise of... me cerró completamente la boca con una historia muy humana y profunda, aderezada con inteligentes escenas de acción, como para no olvidar que estábamos ante una película de verano boreal.

 Tres años después, Matt Reeves toma la posta y redobla la apuesta entregando en Dawn of the Planet of the Apesla anti-película taquillera de mitad de año: una secuela por demás contemplativa que se encarga de dimensionalizar la humanidad del grupo de humanos remanantes como de la naciente nación peluda, en un cóctel explosivo de acción y adrenalina con personajes de carne y hueso - y pelo.

 Luego de una concisa pero esclarecedora secuencia de créditos que nos sitúa diez años luego del final de la primera entrega, la humanidad ha sido diezmada por una mortal gripe y los sobrevivientes han quedado recluidos en pequeños grupos, como es el caso de la colonia residente en una destruída ciudad de San Francisco. El gran giro del comienzo es que no comenzamos a presenciar la historia desde el punto de vista de los humanos, sino desde Caesar y su gran colonia de compañeros en un día rutinario. Caesar es el jefe, y a través de sus desgastados ojos es que vemos como se conduce la manada hoy en día, con un ordenamiento basado en el compañerismo.

Uno de los ligeros errores que había marcado de la anterior entrega era el trazo grueso con el cual estaban delineados los humanos: pérfidos, arrogantes y violentos, en comparación con los pasivos y dominados monos de laboratorio. Algo de ese trazo resiste en el guión de la pareja Rick Jaffa & Amanda Silver pero la balanza se equilibra desde ambos lados: no todos los humanos son máquinas de matar, ni tampoco todos los simios ven a los humanos como una especie ahora inferior. Como reza el póster de la película, quizas el encuentro fortuito de la manada de Caesar con un grupo de humanos liderados por un pensativo Jason Clarke comporte una última oportunidad para lograr la paz, pero la condición humana siempre estará latente y sacará lo peor de los unos y los otros.

 Tanto en un campamento como en el otro hay conflictos, y si bien el espectador pasa un buen tiempo del lado de los humanos, el peso dramático recae totalmente en el liderazgo de Caesar y la excelente interpretación de Andy Serkis, demostrando nuevamente que es el rey de la captura renderizada. Ayudado por unos más que impresionantes efectos digitales - cortesía de la compañía Weta Digital, Serkis es el centro neurálgico de la nueva saga, y le imprime toda su emotividad a un personaje entrañable e inolvidable. Mas allá de un gran elenco humano en el que destacan caras conocidas como Keri Russell y un conflictivo Gary Oldman, el aplauso se lo lleva la otra facción, como el trabajo inmenso de Toby Kebbell como el rebelde simio Koba.

 Y por si fuera poco, los momentos de acción que nos entrega Matt Reeves están brillantemente pensados, y orquestados de manera que llegan en el momento justo y preciso, cuando la tensión entre ambos grupos ha llegado a su punto álgido, como también no los hace saber la palpitante banda sonora compuesta por Michael Giacchino, un tanto repetitiva en su leitmotiv pero que conduce la acción en pantalla de manera fehaciente.

Ya le había confiado mis esperanzas a Reeves desde Cloverfield, y tampoco decepcionó con la fantástica remake Let Me In, por lo cual estoy más que satisfecho con lo logrado en Dawn of the Planet of the Apes, una secuela que deposita nuevamente las esperanzas en que las ideas en Hollywood no están muertas, sino que hace falta un buen director para encausar acción pochoclera bien pensada con personajes por los cuales alentar.

 Calificación: A-


Guardianes de la Galaxia

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 121 minutos.
Dirección: James Gunn.
Intérpretes: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Vin Diesel (voz), Bradley Cooper (voz), Lee Pace, Michael Rooker, Karen Gillan, Djimon Hounsou,  John C. Reilly, Glenn Close, Benicio del Toro.


"En los lejanos confines del espacio, un piloto americano llamado Peter Quill se encuentra inmerso en una persecución luego de robar un extraño orbe codiciado por el implacable Ronan el Acusador."

  De todas las películas que se han realizado dentro del Universo Cinemático de Marvel, quizás Guardianes de la Galaxiasea la que provenga desde los rincones más oscuros de la franquicia comiquera. Incluso si uno no es fanático de los cómics, una idea tenía sobre Iron Man, Capitán América, Thor y Hulk antes de abordar las películas, pero el quinteto que personifica a los héroes homónimos que nos ocupan,sólo un puñado selecto de ávidos lectores los conocía. Para el público en general - y acá me incluyo - como para Marvel Studios también, la apuesta de incorporar a las Fases fílmicas a este grupo era arriesgada, pero el riesgo le dará buenos réditos.

 Guardianesse aleja de la ciencia pura y dura que siempre dominó al universo Marvel - obviando el costado mítico de Thor - y finalmente se pega un viaje al espacio exterior para llevar el marco a un nivel cósmico, como ya se nos viene adelantando con el uso de artefactos como el Tesseract y el Aether. Con un poco de Google y Wikepedia encima, el espectador menos avezado podrá inferir hacia donde se dirige la atención de estos artefactos, pero en esta aventura  espacial donde se les da un verdadero nombre. Mas allá de ese nexo, Guardianes se disfruta por sus desvergonzados aires de film de ciencia ficción de los años '90, con muchas pizcas de ese universo expandido que representa Star Wars pero con la mejor tecnología que siempre se puede esperar de productos Marvel.

 Mucho de este aire insuflado tiene crédito en el director y guionista James Gunn, una decisión extraña pero muy acertada, como lo fue en el caso de los hermanos Russo para Captain America 2. Gunn viene del lado de la comedia - su anterior película fue Super, la contra de Kick-Ass - y si bien hay que destacar su asombrosa naturalidad en la dirección de un tanque de semejante calibre, su guión es donde más se nota su talento. Junto a Nicole Perlman, los chistes y las múltiples referencias culturales se hacen sentir a cada momento, ya sea en boca de los protagonistas o en imágenes que es inevitable que te saquen una sonrisa.

 Gran parte de que Guardianessea un éxito depende también del timing del elenco, y la elección de Chris Pratt como Star-Lord no podía ser más acertada. Pratt tiene un fuerte fondo de comedia - los que lo conozcan como Andy en Parks and Recreation sabrán de lo que hablo - y tras pasar por arduas sesiones de entrenamiento ha encontrado una tonificación que le ha abierto infinidad depuertas hasta para ser el próximo protagonista en la esperada secuela Jurassic World. Pratt es puro carisma, y se potencia con los agregados de una siempre hermosa y letal Zoe Saldana como Gamora, un inesperadamente divertido Dave Bautista como Drax el Destructor, y las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel personificando a los robaescenas de Rocket y Groot.

Éste particular dúo, un mapache modificado genéticamente y un árbol humanoide viven a través de las voces de Cooper y Diesel, quienes les entregan matices inesperados, sobre todo Diesel que tiene que repetir una y otra vez la misma frase pero aportando diferente significado en cada realización vocal. Rocket se convertirá en un fan favorite en lo que canta un gallo, pero Groot no se queda atrás y ambos forman una dupla con mucho corazón y picardía.

Guardianes no se detiene en la irreverencia provista de comedia del grupo, sino que también aborda muchas veces costados dramáticos y sale airosa en sus sucesivos intentos. Este inesperado grupo tiene sus fallas internas, y si bien es divertido verlos organizarse por primera vez, los matices de grises abundan, pero esas fallas son las que los hacen aún más grandes viendolos en perspectiva. Y si a todo este conjunto los acompañan increíbles persecuciones y escapes a toda velocidad y colorido por gran parte de la galaxia, mejor aún.

No faltan los cabos sueltos y guiños para la futura secuela y el ensamble con los Vengadores, ni tampoco licencias dentro de la historia que se vuelven moneda común dentro de todas las películas Marvel, pero el conjunto en general es exageradamente superior de lo que uno había esperado. El voto de confianza de Marvel ha demostrado ser una de las grandes aventuras de la ciencia ficción del año. ¿Quién iba a decir que un humano, dos alienígenas, y un mapache y un arbol parlentes serían los grandes héroes de la temporada?

 Calificación: A-


Lore

$
0
0
Año: 2012.
Género: Drama bélico.
País: Alemania - Australia - Reino Unido.
Duración: 109 minutos.
Dirección: Cate Shortland.
Intérpretes: Saskia Rosendahl, Kai Malina, Nele Trebs, Ursina Lardi, Hans-Jochen Wagner, André Frid, Mika Seidel, Eva-Maria Hagen.


"Cuando el nazismo cae, Lore conduce a sus hermanos en un viaje que los expone a la verdad de las creencias de sus padres. Un encuentro con un misterioso refugiado fuerza a Lore a confiar en una persona que siempre se le ha enseñado a odiar. La vida le demuestra que quizás no todo fue como siempre creyó."

 Con bastante más retraso que su compañera de terna a los Oscar a Mejor Película Extranjera -Kon-Tiki, estrenada el pasado diciembre- finalmente llega a las pantallas nativas una nueva dosis de drama de la Segunda Guerra Mundial, que nunca falta en las carteleras, de la mano de Cate Shortland y su Lore.

 La trama del film nos transporta directamente a los estertores de muerte del régimen nazi de Hitler, donde la familia de un oficial fascista debe aceptar que el sueño en el cual se han visto inmersos durante estos años ha terminado de forma abrupta, y ahora lo único que les queda es escapar raudamente, antes de que los Aliados los alcancen. En el centro de esta familia rota se encuentra Hannelore, la Lore del título, una joven que de pronto debe asumir que el mundo en el que fue criada no existe más, y que además debe hacerse cargo de sus cuatro hermanos mientras sus padres enfrentan las consecuencias de sus actos. Y no sólo Lore deberá sacar adelante a los restos de su familia a través de un viaje larguísimo y lleno de peligros, sino que el despertar sexual llegará en el momento menos indicado para ella.

Basada en un tercio de la novela The Dark Room de Rachel Seiffert -el mejorcito de los tres, digamos- el guión de la misma Shortland y Robin Mukherjee se toma un par de licencias creativas con tal de amalgamar un poco las situaciones azarosas de Lore y sus hermanos, y crear un poco más de cohesión narrativa que la novela. Aún así, Lore sigue siendo brutal y acongojante, mezclando paisajes capturados con hermosura gracias a la fotografía de Adam Arkapaw y cuerpos corruptos dejados a la intemperie, vejados y cubiertos de sangre.

 Al mejor estilo de una road movie, si se quiere, Lore y sus hermanos deben sortear un sinfín de situaciones terribles, que ningún chico de esa edad debería soportar, y la visión infantil de los menores genera el contraste más interesante de la película contra la adusta crianza de Lore, que la empuja a odiar todo lo que es diferente a ella. Sin la gran interpretación de la nuevísima Saskia Rosendahl en su primera incursión cinematográfica creo que el film hubiese sido vastamente inferior, ya que Rosendahl logra reunir en su sola persona ese temor a lo desconocido, ese miedo a la otra persona, pero también ese debate interno entre el deseo y el deber que prácticamente no la deja respirar.

Muchos le escaparán a Lore por miedo a la repetición del tópico que maneja, pero el pulso de la directora y un gran protagónico surgen como las mejores aristas que tiene el film australiano para dejar disfrutar de este doloroso viaje a través de la historia.

 Calificación: B



12 horas para sobrevivir (The Purge - Anarchy)

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 103 minutos.
Dirección: James DeMonaco.
Intérpretes: Frank Grillo, Carmen Ejogo, Zack Gilford, Kiele Sanchez, Zoê Soul, Justina Machado, John Beasley, Jack Conley, Michael K. Williams, Edwin Hodge.


"Un vigilante aprovecha las 12 horas de la Purga para eliminar criminales en venganza por la muerte de su hijo, pero deberá ayudar a algunos inocentes en riesgo durante ese lapso en los que la Policía no puede ser llamada, los hospitales no brindan atención y el homicidio es legal."

La principal crítica que se le hizo el año pasado a The Purge era que, debido a los estándares de presupuesto manejados en la productora Blumhouse, la trama se encontraba contenida en los confines de una mansión. La promesa de una batalla campal en las calles entonces se esfumaba poco a poco, ateniéndonos a la desabrida trama de una familia atacada por un motivo más que simplista.

 Con el presupuesto triplicado, finalmente la acción se hace presente en las calles, y en The Purge: Anarchy, lo que fallaba en la idea de suspenso y home invasion ahora es un thriller que cumple tímidamente lo que el concepto pergreñado por James DeMonaco siempre quiso mostrar: la peor cara de una sociedad desmoronada y entregada a su estado más salvaje.

Todo esto no quiere decir que Anarchy sea una brillante crítica social. Está a años luz de eso, y sí al menos es un escalón superior a su predecesora. A DeMonaco no le interesa poner al espectador frente a una situación incómoda y dejarlo pensando durante toda la semana frente al crisol moral de su guión y sus protagonistas. Al director lo que le interesa es una situación donde la angustia vaya subiendo poco a poco y estalle en el peor de los momentos, que los ciudadanos se enfrenten unos a otros y que todo termine como empezó: con el pitido escalofriante de una sirena.

Los personajes siguen siendo caricaturas un tanto forzadas, pero al menos ahora el espectador tiene de donde elegir. El principal es Frank Grillo como un parco hombre queriendo vengar la muerte de su hijo, una pareja joven - Kiele Sanchez y Zack Gilford - queriendo escapar de la Purga pero cayendo en medio de ella, y por último una madre y su hija - Carmen Ejogo y Zoe Soul, quienes obviamente se verán metidas en medio del embrollo. También habrá un grupo anti-Purga liderado por Michael K. Williams, todos en una pelea a campo traviesa por sobrevivir la noche anual de matanza establecida por los Padres Fundadores.

Y así, entre el caos organizado y una muerte tras otra, Anarchy DeMonaco se divierte saliendo de la zona de confianza de la primera entrega y si sumerge en la anarquía de fuego, a la cual todavía le quedan varias preguntas por contestar, pero que de seguro serán contestadas en siguientes secuelas, que esperemos tomen otros aspectos interesantes del concepto de la Purga, porque una repetición de lo mismo - y todos los años - cansa enseguida.

 Calificación: B

Relatos Salvajes

$
0
0
Año: 2014.
Género: Comedia - Drama - Thriller.
País: Argentina - España.
Duración: 122 minutos.
Dirección: Damián Szifrón.
Intérpretes: Ricardo Darín, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Erica Rivas, Rita Cortese, Julieta Zylberberg, María Onetto, Osmar Nuñez, María Marull, Nancy Dupláa, Mónica Villa.


"Un ingeniero experto en demoliciones, la moza y la cocinera de un parador de mala muerte, el pasajero de un vuelo, una novia en su noche de bodas, un magnate enfrentado a una difícil situación familiar y un conductor se ven súbitamente envuelto en diferentes situaciones donde la violencia es la única salida."

 Semanas después de haber visto Relatos Salvajestodavía no puedo sacarme esa sonrisa de la cara cada vez que recuerdo algún momento de la película.

 Casi nueve años después de su última incursión en el cine, Damian Szifrón se tomó su tiempo pero el resultado es insoslayable: estamos frente al éxito taquillero nacional del año, ese que genera alabanzas tanto del público y de la crítica y cuyo boca a boca será la comidilla de todos los lugares públicos. No estoy exagerando, y si exagero, no le hace mal a una película que en el mercado actual nacional del cine, viene a reivindicar lo que significa el buen cine comercial del país.

 A través de seis historias cuyo único nexo es la liberación del mosntruo de la violencia que llevamos todos dentro, Szifrón construye un largometraje de vuelo internacional, que nada tiene que envidiarle a grandes producciones norteamericanas. Relatos Salvajeses prácticamente un film inclasificable: podría ser una comedia - negrísima, si vamos al caso - un thriller - sus momentos de suspenso están muy bien cronometrados - o hasta un drama - el peso dramático existe - pero en general la mezcla de tonos y ese total desdén por evadir clasificación alguna es lo que la hacen aún más grande.

Como director, Szifrón sabe lo que quiere y el estilo con el que filma denota una persona precisa, que sabe lo que quiere y eso se refleja en pantalla. Como guionista, el toque argentino se encuentra fuertemente presente en cada historia, pero cada historia tiene un aire humano universal, esa mezcla entre impotencia y justicia por mano propia, que es imposible no generar empatía con alguna u otra situación.

A cada relato lo acompaña también un elenco fascinante, la créme de la créme nacional, ya sea desde la pequeña participación de Dario Grandinetti la hilarante Pasternak, el contraste de la rudeza de Rita Cortese y la bondad personificada de Julieta Zylberberg en Las Ratas, pasando por la solvencia de Ricardo Darín y Oscar Martínez en Bombita y La Propuesta respectivamente - la primera de seguro con visos a convertirse en una favorita de la gente.

Ciertos puntos álgidos, sin embargo, son el segmento El Más Fuerte, donde el estirado personaje de Leonardo Sbaraglia la pasa mal en un hermoso paisaje en el norte del país, y el corto final, Hasta que la muerte nos separe, donde Erica Rivas demuestra una vez más que es un tesoro nacional, personificado a una flamante novia que se entera de lo peor en su casamiento.

Relatos Salvajeses una experiencia cinéfila única, con un director cuyos trabajos se hacen desear, pero cuando llegan arremeten con todo y nos dan los mejores momentos del cine nativo. Una cita imperdible para conectar con el animal salvaje que todos llevamos dentro.

 Calificación: A


Si decido quedarme ( If I Stay)

$
0
0

Año: 2014.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 107 minutos.
Dirección: R.J. Cutler.
Intérpretes: Chloë Grace Moretz, Jamie Blackley, Mireille Enos, Joshua Leonard, Stacy Keach, Liana Liberato, Lauren Lee Smith, Aisha Hinds, Jakob Davies.


"Mia Hall pensaba que la decisión más difícil que iba a enfrentar era si debería perseguir sus sueños musicales o si debía seguir un camino diferente con Adam, el amor de su vida. Pero lo que debió haber sido un paseo familiar sin preocupaciones hace que todo cambie en un instante y ahora su propia vida pende de un hilo."

 Nueva propuesta lacrimógena para adolescentes, basada en la novela juvenil de Gayle Forman, publicada en 2009. Al contrario que el éxito de género por antomomasia que resultó The Fault in Our Stars, If I Stayno llegó tarde y por eso se verá perjudicada, simplemente es un film menor y muy manipulador, que no consigue esconder con entereza los lugares comunes del género que visita en reiteradas oportunidades.

Como ya lo demostrase con la liviana remake de Carrie el año pasado, Chloë Grace Moretz se va consagrando poco a poco como la genial actriz de su generación que es, y no importa la calidad del producto donde participe, ella siempre sale adelante y a todo pulmón. El drama que le toca vivir en esta ocasión tiene momentos paupérrimos y muy mal escritos, que se trasladan aún peor a la pantalla grande, pero ella es una campeona y saca adelante cualquier crisis que se le presente.

En la piel de la sensible Mia, Moretz representa a un pez fuera del agua incluso en su seno familiar, donde madre, padre y hermano menor, todos fanáticos de la música rock y punk, giran en torno a ella, adicta desde temprana edad a la música clásica. Esta extrañeza propia se acrecienta con el oportuno arribo de un cortejante, Adam, la estrella de rock del pueblo, que la empujará fuera de su zona de confianza.

 Desconozco el tratamiento de las relaciones de los personajes en el libro, pero Moretz y su compañero Jamie Blackley gozan de un módico nivel de química, simplemente superados por el extraño amor que se profesan los padres encarnados por la genial Mireille Enos y Joshua Leonard. Pasando el endeble círculo romántico - que debería ser una fuerza imponente, el corazón de la película - un giro en el guión que es preferible no develar en este momento cimenta el trayecto que seguirá el film.

A partir de ahí, ni el libreto de Shauna Cross - escribió la irreverente Whip It - ni el debut sin pena ni gloria del director R.J. Cutler - el interesante documental The September Issue -  logran hacer levantar vuelo a una trama desprovista de corazón y buenos momentos. La condición bordeante en el realismo mágico que toma If I Stayse nota pesada, y va pesando más conforme pasa el tiempo, fragmentando la estructura narrativa con muchos saltos temporales y abuso de flashbacks, claramente los únicos recursos posibles que tenía a su disposición Cutler.

If I Stayfunciona para ir al cine, lagrimear a mares y salir, comentando que dura que fue la película, que genial es el papel de Chloe, y salir corriendo a comprar el libro en el que se basó. Con el correr de las horas, la historia se irá esfumando y quedará en el olvido. Una pena, porque una actriz tan joven se merece plataformas de salto mucho más sugerentes que una undécima adaptación literaria del estilo.

Calificación: C

Las Insoladas

$
0
0
Año: 2014
Género: Comedia.
País: Argentina

Duración: 93 minutos.
Dirección: Gustavo Taretto.
Intérpretes:Carla Peterson, Luisana Lopilato, Marina Bellati, Elisa Carricajo, Maricel Alvarez, Violeta Urtizberea.


"Buenos Aires, diciembre de 1995. Seis amigas y compañeras de una clase de salsa, todas ellas con personalidades muy diferentes, comienzan a imaginar un mismo sueño: pasar dos semanas de vacaciones en el Caribe. Pero su realidad económica no les permite salir de esa terraza en pleno centro de la ciudad, donde cada semana comparten la ceremonia de tomar sol. Ellas quieren lucir divinas: esa noche se presentan en un concurso de salsa, cuyo premio es el dinero que las acercaría al ansiado viaje. Pero es el sábado más caluroso del año y el sol convierte el deseo de Cuba en una obsesión."

 Luego de la ingeniosa y celebrada Medianeras, Gustavo Taretto vuelve a utilizar como base fundacional un corto de su autoría para extenderlo a largometraje. Al igual que la mencionada Medianeras, Las Insoladassurgió en 2002 como una pequeña historia, donde dos amigas se dedicaban a abrasarse en pleno verano en la terraza de su edificio. Esas dos amigas ahora son seis, y todas comparten la misma ambición: juntar plata e irse de vacaciones quince días a Cuba.

 Los peligros de estirar una historia que funcionaba desde un corto son muchos, y en la aventura de arriesgar, se puede ganar un poco, pero también se puede perder. El resultado de Taretto es una comedia sutil, light, que retrata con cierto nivel de agudeza la amistad femenina, y también un claro reflejo de lo que significaba el pertenecer en los años '90, cuando el dólar en el país estaba en relación 1=1 con el peso, y la clase media disfrutaba de viajes a lugares paradisíacos... menos las protagonistas, aisladas en una terraza que, poco a poco, les va cociendo las mentes a lo largo de una tarde a la cual el adjetivo calurosa le queda chico.

 Los desaciertos de Las Insoladasson pocos. Por un lado, aún con un guión sólido de parte del director - crear seis mujeres bien definidas aunque un poco unidemensionales no es poca cosa para un guionista hombre - en el terreno de la comedia hay pocas situaciones en las cuales las carcajadas brotan con facilidad. Muchos de los diálogos son inteligentes, llevados a buen puerto por un grupo selecto de actrices bien elegidas para cada uno de los papeles, que elevan el nivel del libreto, relleno de mañierismos y detalles de la época, mientras que otros momentos y situaciones se notan forzados y no cargan el mismo contenido de hilaridad. Este desnivel no termina de adecuarse, y el resultado general es amable, aún cuando hay escenas muy destacables a lo largo del metraje. Falta empuje, y mas decisión para terminar de redondear un buen producto, que podría haber resultado una comedia más efectiva.

Los aciertos, por otro lado, le da otro gusto muy diferente al film. La fotografía es alucinante, creando un contraste muy logrado entre colores fuertes y la ciudad, ruidosa como siempre, en matices de blanco y negro, con un filtro dorado que ayuda a crear una sensación de sofocamiento compartido con el elenco, ayudando a esos gráficos que van mostrando poco a poco como sube la temperatura a lo largo del día.

 La unicidad, el estandarte que presenta Las Insoladaspara equilibrar la balanza, son sus actrices, muy bien personificadas por un plantel de hermosas mujeres, donde sobresalen por encima de las otras Violeta Urtizberea con sus letales ocurrencias, y Marina Bellati como la problemática Vale. En general, todas tienen un ritmo chispeante y se retroalimenten las unas de las otras, creando esa sensación de que ya las conocemos muy bien, desde hace tiempo.

Le tenía bastante fe al estreno de Las Insoladas, y si bien no colmó las expectativas que generé hasta el momento de su visionado, es una gran entrada dentro de lo que significa la nueva oleada de cine comercial nativo. Sin duda alguna, no pasará desapercibida en las carteleras.

 Calificación: B

Maze Runner: Correr o Morir (The Maze Runner)

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Ciencia Ficción - Misterio.
País: Estados Unidos.
Duración: 113 minutos.
Dirección: Wes Ball.
Intérpretes: Dylan O'Brien, Aml Ameen, Thomas Brodie-Sangster, Ki-hong Lee, Will Poulter, Blake Cooper, Kaya Scodelario, Dexter Darden, Chris Seffield, Jacob Latimore, Patricia Clarkson.


"Un grupo de adolescentes despierta en un espacio conocido como 'El Área', pero no tienen ningún recuerdo más allá de sus nombres. La única forma de escapar parece ser a través de un laberinto cambiante de enormes paredes que guarda a peligrosas criaturas. Solo uno de los adolescentes parece contener el secreto de su escape, oculto en lo profundo de su memoria."

  Cuando en su momento compré y leí Maze Runner: Correr o Morir, no tenía idea que se convertiría en una futura saga juvenil. En la sequía de ideas que transita Hollywood, no era impensado el plan de que el mundo de James Dashner salte a la gran pantalla. Mi mayor miedo era que al terminar la novela, la cantidad de misterios para continuar la trilogía no eran suficientes para querer empezar la segunda entrega, cosa que no sucede en la película de Wes Ball, rellena de acción y con un ritmo adrenalínico que satisface las ansias de una nueva saga adolescente.

 Dominada con asequibilidad por un director novato, y exprimiendo al máximo un presupuesto ínfimo en comparación con este tipo de propuestas, Maze Runnerlucha mucho por salir de la larga sombra que generó The Hunger Games, y si bien no es tan pontente en su alegoría social, le juega cabeza a cabeza en cuanto al manejo de la acción y la creación de un mundo distópico. Una amalgama entre Lost y El Señor de las Moscas como grandes exponentes, el mundo donde transcurre la historia es uno sencillo, que utiliza sus debilidades presupuestarias y las convierte en fortalezas, donde el minimalismo ayuda a la sensación de abandono que sufren los jóvenes dejados a su suerte en el centro mismo de una pesadilla laberíntica.

 La fuerza, la entrada del espectador hacia la aventura, recae en los hombros de Dylan O'Brien, ese secundario que tanto fervor provoca en la serie Teen Wolf, y que finalmente deja de ser el mejor amigo para convertirse en un señorito protagonista, audaz y curioso por demás, comandando a un grupo de jóvenes actores que se van destacando y dando matices interesantes y oscuros pero no tanto.

 Dejando de lado la exasperación de todo producto apuntado a las masas púberes y la manía de tener que sobreexplicar todo para que no se pierda detalle alguno, la adaptación de la novela - a cargo de Noah Oppenheim, Grant Pierce Myers y T.S. Nowlin - no se siente como si seis manos hubiesen trabajado en la misma, y hay coherencia y elipsis donde las tiene que haber, creando un producto de fácil digestión. Recuerdo algún que otro detalle clave de la trama, pero las escenas finales claramente han sido adulteradas para atraer a los sectores que no han leído el libro, y se sientan cómodos con que algunas respuestas han sido contestadas, y la semilla de un futuro ha sido plantada de manera efectiva.

Es más que obvio que este fin de semana, Maze Runnerlogrará una victoria en la taquilla que le asegurará llevar a buen puerto la saga hasta el final de la trilogía. De momento, tenemos entre manos una digna saga juvenil, vertiginosa, con un buen elenco joven, que augura buenos momentos de aventura y tensión.

 Calificación: B


En el tornado (Into the Storm)

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 89 minutos.
Dirección: Steven Quale.
Intérpretes: Richard Armitage, Sarah Wayne Callies, Matt Walsh, Max Deacon, Nathan Kress, Alycia Debnam Carey, Arlen Escarpeta, Jeremy Sumpter, Lee Whittaker, Kyle Davis, Jon Reep.


"En el transcurso de un solo día, la ciudad de Silverston es devastada por una embestida sin precedentes de tornados. Todo el lugar está a merced de ciclones erráticos y mortales, mientras que cazadores de tormentas predicen que lo peor aún está por venir."

Hace tres años, el protegido de James Cameron, Steven Quale, se daba el lujo de separarse del tío Cameron y darle de lleno a la ficción con la entretenida y significante Destino Final 5, una de las mejores de la saga. Su siguiente trabajo, Into the Storm, bien podría considerarse una secuela espiritual a la noventosa Twister, que no está a la altura de las circunstancias, pero se puede considerar un ameno y turbulento entretenimiento pasatista.

Ayudándose del incansable método del metraje encontrado pero dejando sus mejores escenas para una filmación convencional, la película sigue a un grupo de meteorólogos en busca de la mejor toma de estos impredecibles y violentos fenómenos naturales. Como siempre tiene que haber un núcleo familiar que signifique peligro inminente y un punto de atención para el espectador, el vicedirector viudo de la escuela secundaria local y sus dos hijos adolescentes harán las veces de protagonistas. El guión de John Swetnam mucho no ayuda a generar empatía por los personajes, tan estereotipados y unidimensionales que son, así que el curso de la hora y media de corridas y escapes están cimentados en estúpidas decisiones.


Por supuesto, uno no espera grandes historias en películas de cine catástrofe, pero si Titanic alguna ve lo logró, ¿por qué no esperar algo en la misma línea? Se puede decir al menos que el elenco ayuda a crear un vínculo, en particular los protagónicos de Richard Armitage - el amado Thorin en El Hobbit - y Sarah Wayne Callies - la bastardeada Lori de The Walking Dead - mientras que el secundario de Matt Walsh - un comediante que ahora descolla en Veep - aliviaba un poco el ambiente con su inescrupuloso pero en el fondo querible Pete. Los jóvenes, bien gracias, apenas si logran aportar algo dentro de su acartonamiento actoral.

Lo que hace que Into the Stormvalga la pena verla en una sala de cine son sus efectos especiales. El punto fuerte de la dirección de Quale, el film bien podría ser un carrete de presentación de un estudio de FX, ya que el hilo conductor narrativo sirve para poner en pantalla la destrucción total que genera la Madre Naturaleza. Como una nueva generación necesita aún más caos y escombros, ahora hay varios tornados ocurriendo al mismo tiempo, uno que se enciende fuego y otro tan gigante que su vórtice parece tan ancho como un estadio de fútbol.

En aspectos técnicos es donde sobresale esta propuesta, y bien vale el precio de la entrada. El dato loco es que teniendo tanto potencial para el uso del 3D, esta vez la producción dejó de lado el formato en pos de uno convencional. No nos quejamos, pero si una película podría haberlse sacado provecho del 3D hubiese sido ésta.

 Calificación: B-


Perdida (Gone Girl)

$
0
0
Año: 2014.
Género: Drama - Misterio - Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 149 minutos.
Dirección: David Fincher.
Intérpretes: Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Carrie Coon, Kim Dickens, Patrick Fugit, Casey Wilson, Missi Pyle, Sela Ward, Emily Ratajkowski, Kathleen Rose Perkins, David Clennon, Lisa Banes, Scoot McNairy, Lola Kirke, Boyd Holbrook.


"En el quinto aniversario de su boda, Nick Dunne descubre que su bella esposa, Amy, ha desaparecido. Bajo la presión de la policía y un creciente frenesí de los medios, el retrato de Nick de una unión feliz empieza a desmoronarse. Pronto sus mentiras, engaños y comportamiento extraño hace que todo el mundo se pregunte: ¿Acaso Nick Dunne mató a su esposa?"

La novela Gone Girl puede fácilmente caer ante los ojos de un observador ocasional como el nuevo libro de moda, un girapaginas de dudosa calidad imposible de dejar hasta no leer un capítulo o unos cuantos más. Durante mucho tiempo, ese cartel de literatura comercial, barata, pendió sobre la cabeza de Stephen King, y lo mismo está ocurriendo con Gillian Flynn, autora de la novela en cuestión y flamante guionista de su propio material. Uno pensaría qué fue lo que atrajo a un director del calibre de David Fincher para adaptar un best-seller de este tipo, y tras finalizar Gone Girl, la pregunta se responde sola. Detrás de la simple trama se esconde una radiografía profunda y lacerante sobre las relaciones de hoy en día, sobre el matrimonio, los medios de comunicación, y la pregunta del millón: ¿Realmente conocemos a la persona que está al lado nuestro?

Funcionando como varias películas al mismo tiempo como engranajes bien aceitados, Gone Girlcomienza con el típico chico-conoce-chica para ir desprendiéndose poco a poco de sus capas superficiales y presentando una dimensión oscura y siniestra. Ante la desaparición de su mujer, Nick debe enfrentar el frenesí de los medios que lo acosan y lo señalan como el culpable. La apatía y el cinismo del personaje, capturados con firmeza por un Ben Affleck en modo fénix dentro de la industria, no ayudan a que luzca menos culpable, más cuando las evidencias en su contra se vayan apilando conforme pase el tiempo. La estructura narrativa de la novela, dividida en dos partes y con narradores en primera persona, se traslada con facilidad a la pantalla, mostrando en el pasado a Amy narrando su diario íntimo y en el presente a Nick enfrentando la investigación policial. Revelar mucho más de lo que hace el trailer sería contraproducente, pero es de esperarse varios giros en la trama que finalmente genera un antes y un después en la historia.

 Lo que Fincher vio en la prosa de Gillian - una matrimonio resquebrajado, una cruenta caza de brujas con un personaje apático en una tormenta mediática - se ve trabajado con la sutileza que caracteriza al director. Sin muchos artificios pero con pulso morboso, el director se sumerge en la vorágine de la pareja para explorar el desasosiego que se genera en la acuciante situación. Con ayuda de los sospechosos de siempre - la fotografía ligeramente sombría y atmosférica de Jeff Cronenweth, la edición puntillosa de Kirk Baxter sin su colaborador Angus Wall - Fincher lleva a buen puerto su adaptación, elevando un material de por sí interesante hacia alturas impensadas. Los 149 minutos de metraje se pasan volando gracias a la fuerza magnética de las imágenes y escenas conjuradas.

El as bajo la manga de Gone Girl, sin embargo, es Rosamund Pike. Venciendo a muchas otras actrices por el preciado papel, Pike le insufla vida a Amy y por fin esa actriz que siempre fue la secundaria bonita y de una preciosura frígida puede ingresar al panteón de grandes actrices. Su Amy es avallasante, temeraria, una bomba que va juntando fuerzas y explota en el momento indicado, en uno de los pasajes más hermosos, audaces y rellenos de comedia negra de toda la película. Sí, así es, Gone Girl es un thriller demoledor, pero también tiene pinceladas de humor negro que van a hacer sentir al espectador culpable por reírse ante semejantes situaciones.

El elenco secundario es uno de los más sólidos que se han visto en pantalla en años. Carrie Coon, en una seguidilla ganadora luego de su papel en la serie The Leftovers, interpreta con personalidad a la hermana gemela de Nick, mientras que el dúo de policias de Kim Dickens y Patrick Fugit acompañan con fuerza a Nick en su descenso al infierno durante la investigación. El costado de los medios está bien representado en Missi Pyle como la sensasionalista Ellen Abbott, y la más moderada Sharon Schieber de Sela Ward. Incluso comediantes como Tyler Perry y Neil Patrick Harris sacan a relucir sus mejores armas dramáticas en dos papeles pivotales. Hasta al bomba sexual de Emily Ratajkowski no desentona como la misteriosa Andie. La amalgama de actores es de una uniformidad pasmosa, rodeando eficazmente a Affleck y Pike.

No puedo dejar de mencionar la gran labor de Trent Reznor y Atticus Ross, que vuelven a trabajar junto a Fincher luego de haber recibido sendos premios Oscar por The Social Network y aumentado su calidad en The Girl with the Dragon Tattoo. Aquí siguen experimentando con sonidos industriales que embotan los sentidos, mezclados con melodías lúgubres y tenebrosas para crear una de las bandas de sonido más peculiares que se hayan oido en un film de este estilo. Como todo lo que toca Fincher, la música es estilo puro, puede que no sea para todos, pero le aporta una atmósfera siniestra e incómoda.

Gone Girles una prueba firme de que David Fincher sigue siendo una promesa de cine de buena calidad. Aunque al principio parezcan extrañas sus decisiones fílmicas, está claro que ve potencial ahí donde nadie más lo ve, y los resultados quedan a la vista. Gone Girl es feroz, atrevida, despiadada, y quizás hasta sea mejor película de citas para llevar a una persona al cine que una romántica de esas que pueblan las carteleras de cine. Y que la próxima temporada de premios se agarre fuerte, porque este tren promete entrar arrasando a la carrera del Oscar. Otra estrellita dorada en la frente de Fincher.

 Calificación: A



El Juez

$
0
0
Año: 2014.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 141 minutos.
Dirección: David Dobkin.
Intérpretes: Robert Downey Jr., Robert Duvall, Vera Farmiga, Billy Bob Thornton, Vincent D'Onofrio, Jeremy Strong, Dax Shepard, Leighton Meester, Ken Howard, David Krumholtz, Denis O'Hare.

"Un abogado exitoso regresa a su ciudad natal sólo para descubrir que su padre, el juez del pueblo de quien está distanciado, es sospechoso de homicidio. El hombre se dispondrá entonces a poner en la balanza años de alejamiento y distancia emocional en un esfuerzo por descubrir la verdad acerca de lo que realmente ocurrió."

 No sé hasta qué punto podemos considerar el talento de Robert Downey Jr.como una cualidad versátil. Ya sea en su gran regreso con el fantástico Tony Stark o como el renovado Sherlock Holmes, sus papeles de ahora en más tienen ese cinismo y verborragia que el multimillonario vengador de la saga Marvel posee. En The Judge, Downey Jr. es un abogado bastante inescrupuloso y canchero, un Stark de saco y corbata, pero la fuerza dinámica de su actuación, sin un traje especial ni efectos por computadora donde esconderse, le ayudan a conseguir estabilidad en una historia pequeña pero con corazón.

 Perteneciente a la veta de películas identificadas como courtroom drama, que transcurren en la totalidad de un juicio, The Judge se nutre de muchos tópicos de género para armar su trama: gran abogado de pueblo pequeño que regresa a su ciudad natal tras la muerte de un progenitor, un estilo de vida espectacular pero casi en ruinas, una mala relación con la familia y una gran lista de etcéteras comportan el exoesqueleto narrativo. El núcleo es el regreso del protagonista y la colosal batalla de egos entre él y su padre, un testarudo juez local que por primera vez en 42 años se verá del otro lado del banquillo, como acusado.

Entre el juicio y los encontronazos familiares transita el film de David Dobkin, director abocado a la comedia que demuestra que puede conducir un drama familiar con mucho pulso para que el espectador no se aburra en las más de dos horas que dura la película. Eso ya es mucho crédito para un género tan limitado y exclusivo, que se basa en muchos diálogos y exploraciones de carácter humano. De haber recortado y pulido un poco los condimentos extra de la trama que no van a ningún lado -esa relación pasajera que deviene en algo más con la moza interpretada por Leighton Meester es totalmente innecesaria-, el peso dramático del film hubiese estado más consolidado.

Hay un gran elenco detrás de la dupla principal -genial la sutileza trabajada de Vincent D'Onofrio y Jeremy Strong como los hermanos del protagonista, la siempre agradable Vera Farmiga como una ex-novia, la solidez de Billy Bob Thornton como el abogado opositor- pero el peso dramático de Downey Jr. y un inspirado Robert Duvall son la razón de peso para animarse al drama judicial. Ambos se entregan a la tarea de destrozarse verbalmente como dos personas que se callaron muchas cosas durante mucho tiempo, y los choques que tienen son dignos momentos para marcarlos cual rounds de pelea de boxeo. Aún cuando el guión los empuje a situaciones donde el drama está subrayado con una brocha muy gruesa, ambos salen airosos y con muchas chances para entrar a la carrera del Oscar en febrero.

Gracias a los colosos de Robert Downey Jr. y Robert Duvall es que The Judgesobrelleva sus limitaciones narrativas. Con mucho sabor a una historia dramática de Stephen King -ayuda mucho a pensar esto el hecho de que la música está conducida por Thomas Newman, compositor del clásico The Shawshank Redemption- y un gran elenco es como el film logra un visto bueno, donde sus lugares comunes no dañan. 

Calificación: B

Annabelle

$
0
0
Año: 2014.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 99 minutos.
Dirección: John R. Leonetti.
Intérpretes: Annabelle Wallis, Ward Horton, Tony Amendola, Alfre Woodward, Kerry O'Malley, Brian Howe, Eric Ladin.


"John Form encuentra el regalo perfecto para su mujer embarazada, Mia: una preciosa e inusual muñeca vintage. Sin embargo, la alegría de recibir a Annabelle no durará mucho."

 The Conjuring fue una sorpresa en todo sentido. Un film original de horror, basada en un caso real, que no era ni secuela ni reinvención de una saga, con mucho pedigree actoral y un presupuesto módico, que en la manos de un director capaz y un guión bien armado logró convertirse en uno de los éxitos comerciales más rotundos del año pasado. La fiebre por los Warren no podía contenerse por mucho tiempo, y la secuela - ahora pospuesta hasta 2016 - no se hizo esperar, además de darle luz verde a un spin-off con uno de los elementos que caló más ondo en los espectadores: la aterradora muñeca Annabelle. Lejos de ser una encarnación femenina del el endiablado Chucky, Annabelle es más una presencia quieta que atemoriza por su sola presencia que por hacer las proezas malignas ella misma, y lo que funcionaba desde un esmerado prólogo en The Conjuring acá en Annabelleel resultado es apenas una sombra del miedo que causó originalmente.

 Lanzada casi un año y meses después del estreno de la original, el apuro del estudio por no perder el interés del público generó un efecto dominó al estilo de las clásicas Saw, filmadas una por una a la velocidad de la luz y estrenada con un año de diferencia entre ellas. Se nota que hubo una sesión de brainstorming rápida para pensar los orígenes de la muñeca macabra, y en el comienzo, la idea de atar esos orígenes a problemáticas de la época es muy interesante. Con el advenimiento de los cultos satánicos - en especial uno que se menciona casi específicamente en el film - la idea es bastante similar al final al origen de Chucky, pero escondiendo la carta de película serie B en sus mangas. En esta ocasión, no van a encontrar caras conocidas pero si una amorosa pareja joven en Annabelle Wallis y Ward Horton, viviendo el sueño americano hasta que una noche todo cambia para peor.

Uno de los errores más crasos de Annabellees su alarmante falta de sustos, y que tampoco haya una escala significativa y agobiante de terror. Es más, los mejores sustos de la película nada tienen que ver con la muñeca, sino con factores alternos que no vale la pena revelar en este momento. Llegada cierta parte de la trama, casi como que el guionista Gary Dauberman - cuyo nombre aparece en films de género de dudosa calidad - se olvida de que el centro siempre tiene que ser la dulce Annabelle, y se extiende hacia otros territorios, obviando que el foco es la que le da el nombre al título. Tampoco ayuda el hecho de que Wallis y Horton tienen bastante química en los momentos en los que interactúan el uno con el otro, pero a la hora de sufrir y gritar por su vida, ella queda opacada por el peso del papel, que ni siquiera debería agobiarla. Para salvar las papas del fuego está la condecorada Alfre Woodward, que borda su pequeño papel con suficiente fuerza gravitatoria para darle peso a la trama.

Hay una sola escena con la cual sentí que Annabellerealmente podría dirigirse hacia territorios muy pantanosos, y estaba feliz de que pudiesen haberse animado a ir por ese camino. En cuestión de instantes, el film hace borrón y cuenta nueva, y sigue su camino hacia el previsible final, y la nota que la conecta con The Conjuring. Para ser un producto apresurado, el film es lindo de ver estéticamente, pero difícilmente un cuarto de lo que generó su superior predecesora.

 Calificación: C


Boyhood

$
0
0
Año: 2014.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 165 minutos.
Dirección: Richard Linklater.
Intérpretes: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Lorelei Linklater,Marco Perella, Brad Hawkins, Zoe Graham.

"Un viaje único y particular, a la vez épico e íntimo, que muestra la alegría de la infancia, seguidos por los cambios sísmicos de una familia moderna y el paso del tiempo, todo a través de los ojos de un niño de 6 años hasta su adultez."

Así como en enero pasado tuvimos el agrado de presenciar el evento cinematográfico que resultó ser La vida de Adéle, no termina el 2014 y finalmente ve la luz del día el gran proyecto que Richard Linklaterpergeño durante doce largos años y se establece como un hito en la historia del cine. Es muy difícil no ponerse emocional al hablar de Boyhood, una maravillosa historia que tiene al espectador como protagonista cómplice mientras presencia el crecimiento del pequeño Mason en el seno de una familia disfuncional a través de la llegada a la vida adulta.

Filmada en más o menos 45 días a lo largo de doce años como si de pequeños cortos se tratasen -un estilo fragmentado, que el director dominó con la eximia trilogía Before...- Boyhood es una tarea titánica, que sólo un director con mucha paciencia y los ojos en la meta como Linklater podría lograr. Armado con secundarios adultos como la potente Patricia Arquette y un amigo de la casa en Ethan Hawke, el foco del film es la vida y obra de Mason, un chico bastante apático, que oscila entre los videojuegos y los fines de semana con un padre algo ausente.

 Entre un hogar y otro, y la presión de dejar una huella en el mundo, Mason irá creciendo ante los atentos ojos del incrédulo espectador, que ante cada nueva escena verá como Ellar Coltrane irá cambiando de piel conforme pasen los años y las hormonas hagan efecto. Mucho se ha hablado del joven Coltrane, quien hace un magnífico trabajo siguiendo la línea practicamente abúlica de su personaje, pero en general el paso del tiempo afecta a todo el elenco, y también es destacable el agigantado crecimiento de la hermana Samantha, interpretada por Lorelei Linklater, hija del director, y su cambio de personalidad y asentamiento a la vida adulta con el correr de los años.

Puede resultar fácil a primera vista filmar durante tanto tiempo y haber logrado captar tantos momentos pequeños que demuestran el paso de los años, pero hay una mirada muy particular de Linklater en cuanto a los detalles en pantalla. Cada canción, cada video, cada moda, están planeadas con premeditación, y aumentan la sensación de haber roto la intimidad de la familia y estar espiando momentos muy personales. El guión ayuda mucho a crear esta sensación de familiaridad, con situaciones y diálogos muy cotidianos con los que uno se puede relacionar.

Tampoco es que el libreto es sencillo y pasatista; al fiel estilo de Linklater, Boyhood tiene su cuota de amargura y cinismo, pero también de romance y magia. El joven Mason tiene una oscura idea de lo que le espera a uno en la vida cuando crece y la apatía propia del personaje se refleja en la vida que tuvieron sus padres al tenerlos a él y a su hermana de joven. Hay discusiones fuertes y trágicas, tan reales que asustan, y otras tan profundas que lo dejan a uno pensando, más allá de la escena final, que propone una idea tan deliciosa como estremecedora.

Boyhood es un evento imperdible que refleja el vuelo rasante de ese director tan estimado que es Richard Linklater. Sublime y única, sobran los calificativos para describir esta grandiosidad hecha película.

 Calificación: A


Interestelar

$
0
0
Año: 2014.
Género: Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos - Reino Unido.
Duración: 169 minutos.
Dirección: Christopher Nolan.
Intérpretes: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Wes Bentley, Mackenzie Foy, Michael Caine, David Gyasi, Bill Erwin, Josh Stewart, Ellen Burstyn, Casey Affleck, Topher Grace, John Lithgow.


"Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores decide embarcarse en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad y emprender un viaje más allá de nuestra galaxia en el que descubrirán si las estrellas pueden albergar el futuro de la raza humana."

Interestelar es una película enorme y muy abarcativa, pero que lamentablemente será más polarizante aún que Inception, el anterior film original de Christopher Nolan. Si pensaban que por momentos Inception era difícil de seguir por su enrevesada narrativa, prueben suerte con los tratados cuánticos y relativos que propone la gargantuesca odisea espacial de Nolan, que expone las mejores y peores cualidades de un director único en Hollywood.

Así como los personajes dentro del film, como espectador hay que hacer un sacrificio, un pacto para con Interestelar: ya que las nociones de los viajes espaciales,  agujeros negros y diversas dimensiones son muy densas, el guión de Jonathan Nolan  intenta simplificar mucho y el resultado es un viaje intergaláctico que asombra al mismo tiempo que abruma. Lo que alguna vez fue un vehículo directorial para Steven   Spielberg - hay grandes rasgos de sus historias presentes aquí - es una mezcla y  homenaje a Stanley Kubrick y al cine de Terrence Malick, pasando por viajes  más convencionales y cercanos como Sunshine de Danny Boyleó Contacto de Robert Zemeckis, y todo lo que se les ocurra que sea pertinente al tema. Por eso, es ideal tener la mente muy abierta y sobrevivir a algunos diálogos demasiado expositorios y nociones técnicas que confunden.

Una vez que la trama se ponga en marcha tras un primer acto que presenta la angustiante vida en la Tierra, la mente de Nolan tiene carta blanca para presentar un maravilloso y a la vez escalofriante inmersión hacia el espacio exterior, más allá de todo lo conocido por el ser humano. A diferencia de pinceladas más coloridas y agradables del espacio como suelen aparecer en series de ciencia ficción estilo Star Trek, la aproximación realista pura y dura del director en Interestelarestá plasmada con fiereza.

Estos planetas desconocidos son territorios completamente hostiles, que podrían o no permitir la perpetuidad de la especie humana. Por eso, cuando Nolan está en el espacio es cuando su capacidad como narrador transciende toda línea, y sus personajes se cuestionan todo lo conocido, mientras se enfrentan a sus peores miedos y esperanzas. Si nos remitimos a los efectos prácticos y especiales, la novena película de Nolan es una proeza técnica que seguro estará nominada a los próximos premios de la Academia. Visualmente, es el film más enorme en  lo que va del año, acompañado con un equipo técnico de lujo calibrado hasta el más mínimo detalle - mucha atención al detalle en el espacio - y una banda sonora del siempre dramático  Hans Zimmer, que en un cine de buena calidad sonora - es requisito verla en una pantalla IMAX en lo posible - genera una amalgama con las imágenes en pantalla difíciles de superar.


 Hay un gran trabajo de parte de Matthew McConaughey de crear un protagonista convincente tanto como ingeniero y piloto aeronáutico, como también actuando de granjero y padre angustiado por dejar a sus hijos atrás, a su suerte. Hay rasgos parecidos a su Rust Cohle de True Detective, pero están bien medidos, y se apoyan en los secundarios de la creíble Anne Hathaway como la única mujer de la misión, y la presencia impoluta de un Michael Caine algo desaprovechado, pero nunca sobrante. Jessica Chastain es otra gran figura sumada que tiene un papel interesante, pero que no termina de hacer mella, aún cuando las escenas dramáticas en las que se encuentra son pivotales a la trama.

Al hacer un viaje espacial tan arduo como azaroso, uno espera una respuesta contundente y calculada. Sin embargo, Interestelarllega a su clímax y lo que los viajeros encuentran es una verdad que se percibe demasiado sentimentalista en manos de un director algo frío como Nolan. La revelación del último acto es el salto final que debe afrontar el espectador para decir si valió la pena tanto esfuerzo. Es un concepto arriesgado, que tiene no pocas falencias, pero que se agradece que el director haya logrado llevar a cabo.

Calificación: A-


Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1

$
0
0
Año: 2014.
Género: Acción - Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 123 minutos.
Dirección: Francis Lawrence.
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Phillip Seymour Hoffman, Julianne Moore, Donald Sutherland, Natalie Dormer, Sam Claflin, 
Patina Miller, Stanley Tucci, Jeffrey Wright, Jena Malone.

"Luego de destruir los Juegos para siempre, Katniss viaja al Distrito 13 luego de ver a su hogar, el Distrito 12, reducido a ruinas. Allí conoce a la Presidenta Alma Coin, que la convence de ser el símbolo de la rebelión, mientras intenta salvar a Peeta, presa del Capitolio."

Y finalmente ha llegado ese momento en el que la saga The Hunger Games arriba a su cuestionable y tan polemizado tercer y último capítulo, con el craso error de dividirlo en dos partes para lucrar durante más tiempo. La decisión no es novedosa, y bien le funcionó a Harry Potter and the Deathly Hallows: Part I pero fracasó estrepitosamente para Breaking Dawn: Part I. Mockingjay: Part Ise encuentra a medio camino entre las primeras partes antes mencionadas, teniendo momentos fabulosos así como también cayendo en un sopor sostenido, un desnivel que claramente no ayuda con las altas expectativas que dejó en precedente Catching Fire.

Tras el estremecedor final de la anterior entrega, los Juegos han acabado, y la rebelión es el próximo paso orgánico en la saga. El Capitolio se enfrenta a los insurgentes de todos los distritos, y Katniss juega un papel importante, aún cuando ella no puede reponerse de la captura de su adorado Peeta y la destrucción completa de su hogar. La primera escena crea un paralelismo con la escena de la segunda parte, con una Katniss presa del estrés post-traumático que le ocasionó pelear por su vida no una, sino dos veces en la arena de combate. El saber que es usada como símbolo de libertad produce orgullo pero también inseguridad en Katniss, sabiendo que un paso en falso puede terminar con la vida de aquellos capturados por el oscuro Capitolio. Lejos el aspecto más destacado del libro y de la película es el tortuoso viaje de la heroína, conflictuada a más no poder e interpretado con frescura y dolor a partes iguales por Jennifer Lawrence, dueña y señora de la saga.

Hay un gran trabajo de parte de Danny Strong y Peter Craig por representar la dura alegoría de la propaganda en tiempos de guerra, y lo que repesenta una buena imagen para el pueblo, pero los problemas vienen acarreados desde la versión en tinta. Sinsajo es un libro complicado, que decepciona bastante  en términos generales pero que se arriesga a terrenos no convencionales para una novela adolescente. Al haber cortado la trama en dos partes, los momentos de más peso y pura acción quedan para el final, donde la rebelión se encuentra en su momento más álgido, y lo poco que queda se transmite en esta primera parte. Hay ciertas secuencias de acción bien orquestadas, un plano devastador - usado dos veces, para mayor efecto, imagino - pero en definitiva no hay mucha sustancia para sostener las altísimas apuestas esperadas tras la llamarada liberada en la escena final de Catching Fire.

No sirve de mucho que se siga insistiendo en el triángulo amoroso entre la protagonista y los secundarios masculinos de Josh Hutcherson y Liam Hemsworth. Es casi imposible pensar una historia adolescente sin un triángulo conflictivo. Ambos actores encuentran sus papeles medidos - Hutcherson bajo las garras del Capitolio, apenas despuntando hacia el final y con la misma química que hermanos para con Lawrence, y Hemsworth nomás una bonita cara que acá puede hacerse uso de sus habilidades técnicas-. Para levantar vuelo aparecen los recurrentes alivios humorísticos de Woody Harrelson y la robaescenas de Elizabeth Banks, y el peso de grandes como el fallecido Phillip Seymour Hoffman y la ingresante Julianne Moore en el papel de la adusta y territorial presidenta del oculto Distrito 13.

Mockingjay: Part Ies buena. No deja de notarse como un capítulo de transición y es un ejemplo fehaciente de que algo no debe cortarse cuando el material disponible apenas sirve para una sola entrega al completo. Gracias a un virtuoso elenco y a una protagonista inflamable es que esta tercera entrega se salva de caer bajo, pero el tropezón desde la anterior parte a ésta se siente. A esperar la adrenalínica conclusión entonces el año que viene.

 Calificación: B-


Viewing all 219 articles
Browse latest View live